viernes, 5 de abril de 2013

AYUDA ESPIRITUAL

 En la vida, mucha gente se propone metas, a veces lucha toda su vida para conseguirlas sin tener éxito, y otras veces lo logra, pero, se pregunta ¿Y ahora qué? Así pues, se plantea nuevos objetivos que lograr, pero siempre al final, siente como un cierto vacío.


¿Por qué se da eso? La respuesta puede parecer compleja, pero es sencilla: Un ser humano no se puede sentir realmente realizado si no está en paz consigo mismo, es decir, con su alma.


Estar en paz con el alma es haber hallado nuestra razón de ser, es decir, el entender por qué estamos aquí en este mundo. Un ser humano enfocado desde el punto de vista físico, es decir apegado al concepto del cuerpo físico con alguna experiencia espiritual, difícilmente puede escapar al circulo vicioso de lograr objetivos materiales y luego la inconformidad de los logros la insatifacion.


La única forma de escapar de dicha inconformidad con la vida, es reemplazar ese ser físico con alguna experiencia espiritual por lo contrario, es decir, un ser espiritual con experiencia física.


Esa es la única manera en que se puede vivir plenamente, dando a la vida un enfoque correcto donde lo espiritual que hay en el fuero interno prevalezca antes que el apego a las imágenes que nos rodean.


En esas condiciones de espiritualidad, las preocupaciones del pasado dejan de ser una contrariedad, son más bien una referencia para tomar decisiones y el miedo por el futuro tampoco existirá puesto que se será consciente de que lo que importa es vivir el presente, y en todo caso si se ha de pensar en el futuro, se caerá en la cuenta de que lo inteligente es idear los planes que den motivación a nuestras vidas.


Un aspecto importante que se ha de cumplir para convertirse en un ser espiritual, realizado y feliz, es no autoengañar a la conciencia, reconocer los errores, aprender de ellos y no disfrazarlos.


Además de ello, es fundamental, ser individual, no en el sentido de la egolatría, vanidad, petulancia o falta de solidaridad con los demás sino más bien tomado como un proceso interno de autoconocimiento, una condición que nos va a permitir escuchar a nuestra voz interior.


Así pues nos alejamos de la gran masa de personas que son como la manada que sigue al rebaño, aquellos que siguen al que está adelante y se dejan guiar pero no saben ni para donde van. Lamentablemente la mayoría de los seres humanos son así, están apegados a una mente colectiva que es poco productiva espirtualmente.


Sólo la individualidad bien entendida nos permitirá escapar de esa mediocridad espiritual, ya que con ella se inicia ese acercamiento al fuero interno para luego proyectarlo hacia afuera como una luz resplandeciente.



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